Buenas noches. Ante todo decir que no soy un experto escritor de catas, pero sí un gran aficionado a los vinos que me emocionan. Después de catar este vino y en esta añada unas 8 o 9 veces, me atrevo a valorarlo y dar mi opinión sobre el.
Tiene un color brillante a primera vista, se le nota la edad que tiene, pero aún conserva ese brillo y color de un vino con mucha vida por delante.
En nariz, donde este vino creo que es realmente un grande, es floral, finísimo, mineral, y sobretodo cambiante. Es increíble la metamorfosis que tiene este vino desde que se abre la botella hasta que la terminas en 2 horas aproximadamente, sin prisas, dejando que el vino exprese y hable por sí solo. Realmente me parece emocionante, hasta ahora unos de los vinos que más me hacen disfrutar, sino el que más, incluso más que su hermano mayor "El pison".
En boca es igualmente fino, sabroso, largo, tiene un punto vibrante, y es sedoso, pero con cierta densidad dentro de ser un vino fino.
Realmente me parece un vino emocionante, quizás el mejor para mi gusto de esta bodega que en su concepto acierta totalmente con lo que me gusta en un vino.
En resumen es un vino frutal, finísimo y nada alcoholico en su percepción, aunque tiene 14'5 grados, te tomas la botella solo sin problema.
Un vino de una calidad altísima, comparable a cualquier gran vino del mundo, o por lo menos a mi me lo parece y me hace disfrutar como tal,y eso creo que es realmente lo que interesa y busco en un vino.

Color picota rojiza, menisco rubí, capa media-alta, limpio, fina lágrima.
En nariz con buena intensidad pero que precisa tiempo hay fruta negra madura, buenas especias, cacao, café, y destaca una buena mineralidad.
En boca tiene buen cuerpo, pero es suave y agradable, con buena fruta y buena acidez, es intenso, goloso, buenos taninos bastante maduros, reaparece la mineralidad. Buena persistencia final.

Dentro de la alta gama que tiene la bodega, es uno de los que más me gusta; tiene algo diferente.

Tras varios Pisones que siendo de alto nivel no llegaban a deslumbrarnos este Carretil reconduce las excelencias de esta bodega, como no puede ser de otra manera con sus credenciales habituales, vinos elegantes, equilibrados, con todos los matices de vinos grandes, fruta, madera y registros. nariz que fue creciendo durante la cata. Fruta negra y roja sazonada, carboncillo y mineralidad muy presentes. Maderas elegantes suaves, vainilla cremosa. Recalco más su acidez que su astringencia que no me parecio tal. Un gran vino, gracias... bajandose de una Specialized solo se pueden beber vinos asi

Que privilegio catar este vino. Podriamos hablar de un privilegio Artadi??. Su peculiaridad elegante y dstinguida, su finura frutal, su excelente armonía de tostados y cremas integradas, su tendencia a expresar registros inagotables, su tendencia irremediable a la complejidad, lo que le convierten en un vino distinto y con señas de identidad transmitidas año trasaño. En boca sublime, quizás en este momento con un final ligeramete astringente y sin la excelencia en este momento de la añada anterior, pero largo, equilibrado, deslumbrante postgusto tostado-frutal. Gran vino

Rojo picota, ribete rubí, capa media-alta.
Nariz intensa y algo cerrada en el inicio, necesita de un buen trabajo en copa para ir abriendo. De este vino destaca ante todo su expresión de viñedo y de terruño a través de una acusada mineralidad, se notan los suelos de mayor componente calcáreo. Fruta negra en sazón, trazas especiadas y un ligero toque de cacao aparecen igualmente. Muy profundo.
En boca se muestra sorprendentemente lineal y amable, elegante y frutal, vertebrado por una excelente acidez, redondo y placentero, pero sin perder en ningún momento fuerza interna y personalidad, digamos que es un vino esférico y con recorrido. Taninos finos y amables y larga persistencia mineral.
El Carretil es sin duda el vino más serio y profundo de entre los parcelarios de Artadi, con una presencia mineral arrolladora al proceder de suelos de componente más calcáero, siendo igualmente más sabroso en boca pero portando una elegancia arrolladora. Muy bueno aunque algo caro, unos 100 euros.

En su visual pocas diferencias con La Poza de Ballesteros, destaca su gran brillo mientras que en nariz entramos en otra dimensión, muy mineral y calizo (granítico), toque floral, cambiante y sorprendente por momentos en nariz, fruta roja y negra de exquisita madurez.

Entrada suave, fresco, de gran nervio, elegante, profundo, muy pulido su tanino, juguetón y brioso en boca, de gran finura y longitud con una fruta roja excelente, calizo y mineral también en esta fase. Genial en todos los aspectos, un vino de los que marcan, mineral al extremo.